viernes, 21 de diciembre de 2007
POLÍTICOS "BILARDISTAS"
jueves, 20 de diciembre de 2007
LO QUE USTED Y YO SABEMOS
Digan lo que digan quienes presumen de conocer los intríngulis de la economía, la llegada del euro ha supuesto una considerable desgracia para las haciendas familiares. De acuerdo en que las transacciones internacionales son ahora más sencillas, en que la actividad empresarial entre los países de la Unión Europea se ha intensificado, en que el viejo continente ha consolidado su papel en el escenario mundial, pero tales logros, con toda su importancia, no han evitado que paguemos ahora casi quinientas pesetas de las de antaño por un desayuno que hasta 2002 costaba poco más de doscientas, que una simple cerveza haya doblado su precio o que la visita al supermercado se convierta en un doloroso adiós a buena parte de nuestro sueldo, desde luego en mucho mayor medida de lo que lo era hasta la entrada en vigor del cambio monetario, inflación incluida. Transcurridos seis años desde la implantación de la divisa europea seguimos sin saber cuál ha sido la incidencia porcentual en el incremento de los precios, acaso porque los organismos oficiales de la Unión y de los países miembros se han echado las manos a la cabeza al comprobar unos efectos mucho más graves de lo esperado y han optado por el prudente silencio. Pero esa actitud de dejar pasar el tiempo, esa extrema confianza en que la población acabará por acostumbrarse, no acaba de cuajar, y no lo hace, sencillamente, porque la diferencia entre el aumento del coste de la vida y el incremento de los salarios es cada vez mayor. Para más inri, el euro se ha dejado notar sobremanera en los productos y bienes de consumo más habituales, por lo que su incidencia en el gasto familiar ha resultado demoledora. Si este sombrío panorama lo vinculamos con la situación en Canarias, donde los sueldos, pese a haber subido, se mantienen como los terceros más bajos de España, y si además tenemos en cuenta que las Islas se encuentran a la cabeza en horas efectivas trabajadas, descubrimos un paisaje cuando menos complicado, que poco tiene que ver con los continuos cantos de sirena de los responsables políticos acerca de la bonanza que, según afirman, caracteriza al Archipiélago desde hace años. El abismo entre la versión oficial y la realidad se explica por el aplastante predominio de la macroeconomía sobre la microeconomía a la hora de evaluar el estado real de un determinado territorio, y precisamente por ello la histórica experiencia del euro debe servir para dejar claro de una vez que las grandes magnitudes, pese a reflejar la salud económica de una sociedad, no resultan lo suficientemente concluyentes como para determinar la verdadera afección de esas cifras sobre las pequeñas empresas y los ciudadanos particulares. El euro, que si nos atenemos a la opinión de los expertos ha permitido que se le abran a Europa puertas hasta ahora infranqueables, se ha convertido a la vez en una pesada carga que ha provocado una considerable reducción de la capacidad adquisitiva y, consecuentemente, una pérdida de la calidad de vida. Y eso lo sabemos usted y yo aunque venga un sesudo economista y nos presente una docena de gráficos para tratar de convencernos de lo contrario.
Santiago Díaz Bravo
La Gaceta de Canarias
miércoles, 19 de diciembre de 2007
LA REVOLUCIÓN DE LOS MAYORES
Santiago Díaz Bravo
martes, 18 de diciembre de 2007
LOS ESPAÑOLES OLVIDADOS (y II)
Santiago Díaz Bravo
lunes, 17 de diciembre de 2007
LOS ESPAÑOLES OLVIDADOS (I)
Santiago Díaz Bravo
sábado, 15 de diciembre de 2007
EL TIEMPO ES ASÍ
REYES Y SANTOS
Santiago Díaz Bravo
martes, 11 de diciembre de 2007
ÁFRICA NOS DICE ADIÓS
Que la cumbre euroafricana celebrada el pasado fin de semana en Portugal haya sido un éxito no depende de lo que diga el primer ministro del país anfitrión, José Sócrates, quien ha calificado de “hecho histórico” una reunión donde los logros cabe calificarlos de exiguos y hasta de ridículos, sino de lo que ocurra en los próximos meses tomando como referencia el sin duda positivo acercamiento entre los líderes políticos de ambos continentes. La Unión Europea, que ha evidenciado una vez más su flagrante desunión, esa preocupante incapacidad para funcionar como un todo que se agrava con cada nueva suma de socios, al menos parece haberse convencido de que cualquier posibilidad de desarrollo de los vecinos del sur pasa por la potenciación de las economías nacionales a través del libre mercado. Pero ese convencimiento, del que afortunadamente participan los dirigentes de las principales naciones africanas, ha resultado imposible plasmarlo en acuerdos concretos, en convenios comerciales que sean capaces de materializar lo que de momento, debido a la inquietante rigidez de los planteamientos europeos, no ha pasado de ser una simple declaración de intenciones. La máquina burocrática de la Unión, tan indecisa y tan exasperantemente lenta como de costumbre, se ha limitado a propiciar la pintoresca fotografía de una esperanzadora reunión entre los antiguos colonizadores y los antaño colonizados, una suerte de reconciliación histórica que corre el riesgo de quedarse una mera imagen para el álbum de recuerdos. Mientras Barroso, Sócrates, Zarkozy, Merkel, Zapatero y compañía, con la significativa ausencia del británico Gordon Brown, posan sonrientes junto a Mbeki, Mugabe o Wade, un ejército de cargos de segunda y tercera fila de los Estados Unidos y, sobre todo, de China, aquellos que ejecutan las decisiones políticas, se esmera en cerrar acuerdos mercantiles de todo tipo con sus homólogos africanos. El propio Abdulaye Wade, presidente de Senegal, subrayaba el domingo sin tapujos diplomáticos que Europa ha perdido ante China la batalla por África. Fue enormemente magnánimo el bueno de Wade, porque lo cierto es que la Unión Europea ni siquiera se ha dignado aún a entrar en la batalla. Las antiguas metrópolis se han limitado a presenciar mitad asombradas, mitad impotentes, como chinos y estadounidenses se hacen fuertes en un territorio que los europeos de alguna manera continúan considerando propio, sin entender que los tiempos cambian, el mundo se globaliza y los beneficios son para quienes los buscan, negocian y suscriben. Europa ha tenido ante sí la posibilidad de ayudar a África y de ayudarse a sí misma desde la caída del bloque del Este y la consiguiente finalización de los conflictos bélicos vinculados a la Guerra Fría. Sin embargo, los sucesivos líderes de las potencias del vetusto continente no han sido lo suficientemente diligentes para advertir que buena parte del futuro económico de Europa pasa por el desarrollo de África. Si un urgente cambio de actitud no lo remedia, puede que este arroz ya se haya pasado y nos esperen décadas de lamentos por lo que pudo haber sido pero nunca fue.
Santiago Díaz Bravo
La Gaceta de Canarias
lunes, 10 de diciembre de 2007
LA NAVIDAD ES UNA EXCUSA
domingo, 9 de diciembre de 2007
EL NUEVO ANALFABETISMO
Santiago Díaz Bravo
martes, 4 de diciembre de 2007
DEMÓCRATA A SU PESAR
A estas alturas resulta difícil discernir si el resultado del referéndum sobre la reforma constitucional de Venezuela es positivo o negativo para los intereses de los venezolanos, porque aunque la población se ha decantado mayoritariamente por limitar el creciente poder del presidente Hugo Chávez, los libros de historia ofrecen ejemplos de todo tipo acerca de la reacción de los sátrapas que de la noche a la mañana se convierten en perdedores. No cabe albergar duda alguna con respecto a la legitimidad del actual mandato de Chávez, un dirigente que ha contado en los últimos años con el apoyo mayoritario de las urnas, pero la dura ofensa sufrida por su henchido ego acaso provoque que a partir de ahora presencie con recelo los procesos democráticos y empiece a pergeñar fórmulas que garanticen el triunfo de la revolución socialista que con tanto ímpetu anuncia desde hace tiempo. Hugo_Chávez, jamás lo olvidemos, es un golpista que en 1992 intentó convertirse en presidente de la República a través de las armas, y aunque purgó aquella intentona con varios años de arresto, donde hubo, siempre queda, como bien reza el dicho popular. Ese oscuro y vergonzoso pasado, junto a una actitud prepotente hacia la hasta ahora inoperante oposición interna, el acercamiento al régimen de Fidel Castro y la entente con los gobiernos de otros países dictatoriales, nos hace temer con cierto fundamento que el presidente de la República Bolivariana de Venezuela haya podido ser demócrata mientras el viento ha soplado a su favor, pero ahora, cuando se ha dado cuenta de que la democracia, lo mismo que pone, quita, de que el cambio forma parte consustancial del sistema, tal vez se lo piense dos veces, y hasta tres o cuatro, antes de volver a someterse al capricho del populacho. Con todo, no se debe obviar que el elevado índice de abstención pudo influir de forma significativa en la consulta del domingo, y que con una mayor participación las cosas podían haber pintado de otro color para Hugo Chávez, pero esa escasa concurrencia de votantes también refleja una cierta pérdida de influencia por parte del actual gobierno, que hasta ahora había logrado movilizar en su apoyo a una amplia mayoría. Las presiones de una comunidad internacional enfrentada al estadista bolivariano para que la oposición se una y plante cara de forma creíble y contundente, la creciente percepción social de que las cosas no acaban de cambiar y la incipiente soledad de la administración chavista, de la que abominan los principales dirigentes del planeta, han llevado al presidente venezolano a sus momentos más bajos. Su vehemente labia, tan dada a la amenaza irreflexiva, sobre todo hacia España y las empresas españolas tras el ya célebre acaloramiento del Rey Juan Carlos, hace que día tras día su discurso pierda credibilidad tanto dentro como fuera de Venezuela y que su imagen sufra un sensible deterioro. Hugo Chávez tal vez se haya dado cuenta de que a la larga la población empieza a pensar por sí misma, de que se puede engañar a unos pocos durante mucho tiempo, a muchos poco tiempo, pero jamás a todos durante todo el tiempo. La democracia es lo que tiene.
Santiago Díaz Bravo
La Gaceta de Canarias
martes, 27 de noviembre de 2007
UN BRINDIS POR LA ABSTINENCIA
Periódicamente aparecen estadísticas que evidencian la estrecha relación, amistad incluso, y si lo calificásemos de noviazgo tampoco andaríamos descaminados, entre la juventud española y el alcohol etílico. En el caso de Canarias, las últimas cifras, aparecidas hace unos días y difundidas con toda la alarma posible, reflejan que casi la mitad de la población de entre 14 y 18 años al menos en una ocasión se ha entregado de forma desaforada a los brazos del dios Baco, o dicho de modo menos elegante: nuestros jóvenes se cogen unas cogorzas de padre y señor mío. Y claro, las autoridades educativas y sanitarias, como es menester, se han vuelto a echar las manos a la cabeza para exclamar a viva voz su disgusto y preguntarse qué está pasando, probablemente antes de disfrutar de un agradable almuerzo regado con dos o tres copas de un fantástico Ribera del Duero, que ahora está muy de moda, y de un generoso whisky escocés, que pocos complementos hay tan agradables para la sobremesa. Parafraseando a la Biblia, que tire la primera piedra quien en su tierna adolescencia no se entregase una, dos, tres veces, a saber cuántas y de qué salvaje manera, con devoción plena y respeto al costumbrismo hispano, a la siempre aquiescente botella; que tire una segunda piedra quien no haya abundado en dicha costumbre con el paso de los años; que tire la tercera quien jamás haya emitido una ligera y mal disimulada sonrisa al presenciar los apuros del primogénito tratando de camuflar una rotunda intoxicación etílica. Y luego, tras tanta piedra, un par de cañas para refrescar el gaznate. Escandalizarse en este país por el elevado porcentaje de jóvenes que ingiere bebidas alcohólicas es acaso tan incoherentemente ridículo como lo sería mostrar sorpresa por el creciente número de obesos de los Estados Unidos, cuna del mal yantar, la multitud de italianos que come pasta o la legión de suecos que luce una espléndida melena rubia. No descubrimos nada si aseguramos que en este país el bebercio, lejos de sufrir la censura social, se ha tornado en un importante elemento de prestigio. Quién carece en su historial de alguna borrachera pintoresca que contar a las amistades alrededor de una mesa, amenizando de esa forma la melopea que se va fraguando entre plato y plato; quién no ha presumido en alguna ocasión de haber protagonizado una barbaridad bajo los efectos del amigo Dionisos, porque tanto trabajo hay que se lo han tenido que repartir entre varios dioses. Y qué me dicen de esos pueblos, unos cuantos de ellos en estas islas, donde los excesos de los alcaldes con el vino han pasado a formar parte del programa de las fiestas patronales. Allí donde naces, haz lo que vieres, parece responder la juventud a los acalorados llamamientos en pro de un hígado virgen que emite por doquier la administración pública, tan resignada en este ámbito a los brindis al Sol. Lejos queda el día en que las autoridades sanitarias y docentes puedan alzar sus copas para celebrar el triunfo de la abstinencia juvenil, tanto casi como el del lanzamiento de una línea especial de champú para ranas. Y ahora, una vez leído este ilustrativo artículo, llega la hora del vasito de agua, ¿verdad?
Santiago Díaz Bravo
La Gaceta de Canarias
lunes, 26 de noviembre de 2007
EL BURDEL DEL CARIBE
Santiago Díaz Bravo
sábado, 24 de noviembre de 2007
CONCURSOS DE BELLEZA
A las cosas antiguas hay que hacerles sitio, porque aunque la mayoría de las veces las nuevas sean mejores, siempre habrá alguien, por costumbre o convicción, que prefiera lo de antaño. Resulta del todo aconsejable que los cambios se lleven a cabo poco a poco, sin rupturas extremas, evitando en lo posible que los amantes del pasado se sientan ninguneados. Qué decir, si no, de los concursos de belleza femenina, esos ridículos acontecimientos adornados de cutrerío y caspa donde bellas señoritas se exhiben como ganado, el súmmun del anacronismo en una sociedad que presume de moderna y hasta de vanguardista. Los defensores a ultranza de tamaño espectáculo, que no sólo denigra a la mujer, sino a la sociedad misma, han logrado sortear las acusaciones de machismo recalcitrante organizando concursos de belleza masculina, como si la solución al dolor de muelas fuese una patada en el estómago. Mientras tanto, año tras año, en pueblos, ciudades, países y continentes, bellas damiselas se convierten en floreros oficiales con la única obligación de pasearse por actos y programas de televisión de todo tipo, posar para un sinfín de cámaras, sonreír, decir lo fantástico que es esto, eso o aquello y, en general, reducir al género femenino a la condición de atracción de feria. Para añadir más sustancia a este potaje de absurdos disparates, los abanderados de la pervivencia de las “misses” se empeñan en recalcar (por favor, no se meen de la risa) que parte del mérito de las ganadoras reside en su intelecto, conclusión a la que llegan tras escuchar a las jóvenes responder brillantemente a preguntas tan complejas como cuáles son sus aficiones (el cine, salir con los amigos, ir a la playa... Leer, según la consideración de los jurados, queda para las feas y las tontas), hacia dónde les gustaría encaminar su carrera profesional (modelos, actrices, locutoras de televisión... Pena, penita, pena ), o la mención de un personaje a quien admiren (Gandhi y la Madre Teresa de Calcuta suelen superar a Ana Obregón y Anne Igartiburi, que hay que quedar bien y para ello nada mejor que recurrir al topicazo). Y qué decir de los certámenes de belleza masculina, evidencia irrefutable de que la estrategia de los promotores del “cutre bussines” pasa por igualar en lo malo e indeseable a ambos sexos. Siguiendo el orden lógico de unos planteamientos harto sencillos, entienden que las chicas de feria se sienten demasiado solas, así que nada mejor que hacerlas acompañar por chicos y que juntos se paseen y hagan gracietas por doquier. Y qué detallazo, por cierto, el del Ayuntamiento de Las Palmas al subvencionar con el dinero de todas, guapas y feas, y de todos, guapos, feos y feísimos, este tipo de actividades de indudable interés público, en concreto el que mostraron los ocupantes de la mitad de los asientos habilitados para la gala de elección del florero oficial de la ciudad. Si admitimos que familiares, amigos y conocidos de las candidatas suelen ser legión, nos hallamos ante algo parecido a una fiesta privada, aunque sus defensores siempre podrán atribuir esta velada crítica a la manifiesta fealdad de quien esto suscribe que, no obstante, y gracias a la alopecia, puede presumir de estar falto de caspa.
Santiago Díaz Bravo
La Gaceta de Canarias
domingo, 18 de noviembre de 2007
AMORES A PLAZO FIJO
miércoles, 31 de enero de 2007
EL ADIÓS DE ADÁN MARTÍN Crónica parlamentaria (31 de enero de 2007)
Crónica de un adiós sin remedio
Adán Martín tomó el pasado domingo una doble decisión: no optar a repetir como candidato de Coalición Canaria (CC) a la Presidencia del Gobierno y comunicarlo públicamente al término del que sería su último Debate sobre el Estado de la Nacionalidad. En compañía de su mujer, la viceconsejera Pilar Parejo, y tras recabar la opinión de sus dos principales colaboradores, Daniel Cerdán, viceconsejero de Comunicación y amigo personal desde su etapa al frente del Cabildo, y Miguel Becerra, otro de los hombres de confianza de su gabinete, con quien trabaja codo a codo desde hace años, se aventuró a poner el punto y final a 28 años de carrera política.
Tal fue el sigilo con el que el presidente mantuvo la decisión de retirarse, según fuentes de Presidencia para evitar que el anuncio ensombreciera el Debate, que buena parte de los diputados de CC se enteraron de la noticia una vez iniciada la sesión plenaria de ayer, y si no hubiera sido por los rumores que surgieron en los pasillos del Parlamento, en parte debido al líder del PP, José Manuel Soria, que lo sabía desde primera hora sin que nadie se explicase cómo, el secreto podría haberse prolongado hasta la intervención final.
El previo conocimiento de lo que iba a suceder unas horas más tarde llevó a que tanto Soria como el líder del PSC, Juan Carlos Alemán, templaran unos discursos que se adivinaban enormemente agresivos, en los que pretendían ensañarse en el hecho de que el presidente del Gobierno se presentase sin contar con el respaldo de CC para continuar como cabeza de lista. El propio Soria no se cansó de alimentar los rumores desde el atril, insinuando a cada poco que veía al presidente más desanimado que el día anterior por algo que habría ocurrido horas antes.
Las principales figuras de CC en Tenerife conocieron la decisión de Martín el lunes, y el resto de sus colaboradores ese mismo día por la noche, tras pronunciar el discurso sobre el Estado de la Nacionalidad. Sabedores de que el presidente iba a comunicarla al término de la sesión plenaria de ayer, y acosados por los correveidiles que inundaban los pasillos, el nerviosismo en su equipo se hacía evidente. Poco antes de que subiera al estrado para anunciar su marcha, algunos miembros del gabinete presidencial confirmaron lo que era "vox populi". Cuando a las 14:10, tímidamente, sin alardes sonoros, Martín pronunció la frase "yo no lo presidiré", en referencia al próximo gobierno, diputados y periodistas estaban sobreaviso.
Pero la decisión de Martín se venía fraguando desde hacía meses, cuando comprobó que carecía de los apoyos necesarios para repetir. Tanto la dirección de CC en Gran Canaria, controlada por José Carlos Mauricio, como las de Lanzarote y Fuerteventura le daban la espalda al tiempo que emergía la figura del presidente del partido y portavoz en las Cortes, Paulino Rivero, un candidato capaz de concitar el consenso dentro de una organización sumamente compleja.
Fue precisamente una reunión entre Adán Martín y Paulino Rivero, en la que estuvieron presentes varios colaboradores del presidente, la que marcó el punto de inflexión. Nadie pone en duda que ese encuentro resultó crucial para el desenlace de un dilema que envolvía a los nacionalistas desde hacía demasiado tiempo.
El encuentro entre los dos pesos pesados de CC, que se celebró el pasado lunes 22, permitió que hablaran largo y tendido de la situación del partido y de las diferentes opciones de cara a las elecciones del 27 de mayo. Coincidieron en la necesidad de un candidato que recabara los suficientes apoyos en la formación política y que se presentara a los comicios con garantías de éxito.
Ese fue el último día que Martín y Rivero se vieron. Posteriormente mantuvieron diferentes conversaciones telefónicas que acabaron por convencer al presidente de que la mejor opción era marcharse. Fuentes del partido aseguran que en estos momentos la relación entre ambos, si bien dista de ser extremadamente amistosa, puede calificarse como "buena", y desmienten que se haya producido encontronazo alguno, contrariamente a lo que subrayan otros miembros de la organización. Aseguran, asimismo, que si se confirma que el candidato de CC es Rivero, contará con el total apoyo del jefe del Ejecutivo autonómico.
Pero las conversaciones telefónicas con el alcalde de El Sauzal y otros destacados nacionalistas tinerfeños no fueron los únicos argumentos de los que se valió Martín para tomar tan trascendente determinación. Responsables del partido aseguran que en las últimas semanas el jefe del Ejecutivo ha tanteado a distintas organizaciones insulares de CC para hacerse una idea clara de sus posibilidades y confirmar que carecía de los apoyos necesarios.
El entorno de Adán Martín, que no se cansa de reiterar que se trata de una decisión personal tomada tras una profunda reflexión, da por hecho que el adiós anunciado ayer supone la retirada definitiva de la actividad política. Descartan que acepte algún cargo de menor calado político, como el de senador, posibilidad que circula por los mentideros políticos.
El presidente, que ha comentado a sus allegados que aún está en una edad en la que tiene la opción de hacer muchas cosas y disfrutar de su familia, almorzó al mediodía de ayer junto a su mujer y los principales miembros de su equipo en un restaurante de las inmediaciones del Parlamento antes de regresar a la cámara para la votación de las propuestas de resolución y viajar a Madrid, donde hoy tiene previsto visitar el pabellón de las Islas en la Feria Internacional de Turismo, su última visita como presidente de Canarias.
martes, 30 de enero de 2007
¡A HUEVO! Crónica parlamentaria (30 de enero de 2007)
¡A huevo!
Esa pequeña manía que tiene Coalición Canaria de dejar para última hora la elección del candidato a la Presidencia del Gobierno le va a jugar hoy una mala pasada al actual inquilino del Palacio de Vistabella, Adán Martín, que se presentó ayer en el Debate sobre el Estado de la Nacionalidad con la duda de si va a tener que ver por televisión el próximo rifirrafe parlamentario.
Tras leer un autocomplaciente discurso en el que si de algo se preocupó Martín fue de subrayar que nada más alejado de su intención que tender a la autocomplacencia, sus fieros adversarios en la Cámara, sabedores ambos de cuál va a ser su ocupación inmediata, el candidato popular a presidente José Manuel Soria y el no candidato socialista a dicho cargo Juan Carlos Alemán, se jactaron ante la prensa de pertenecer a formaciones políticas que a estas alturas ya lo tienen todo claro, incluso la respuesta que darán esta misma mañana al soliloquio presidencial, en la que por todos los medios intentarán hacer leña de un contrincante sobre el que existen serios indicios de que puede estar a punto de caer.
Una sede parlamentaria carente del ambiente de las grandes citas, probablemente porque a estas alturas todo el mundo sabe que el día grande es el de hoy, acogió un discurso que, lejos de apartarse del previsible guión, se convirtió en un canto a las excelencias de una "extraordinaria" gestión desarrollada a lo largo de los últimos cuatro años que, según se permitió recordar el presidente, se ha topado con una serie de imprevistos que, a pesar de los pesares, se han lidiado con más éxito que otra cosa, tal es el caso, incluso, del atentado del 11-M en Madrid, origen de las desavenencias dentro de un Ejecutivo que acabó en minoría.
Tanto Alemán como Soria permanecieron en sus escaños durante los ochenta minutos que duró la intervención de Adán Martín, pero sólo a ratos atentos a lo que decía. Escribían en una libreta, miraban a uno y otro lado, cambiaban impresiones con sus compañeros de grupo, contemplaban las idas y venidas de un Miguel Zerolo que sigue sin hablarse con su vendedor de corbatas o saludaban con el gesto, a través de las cristaleras, a los periodistas que poblaban los pasillos. Tan atentos estaban los informadores al discurso que su máxima preocupación estribaba en la hora a la que iba a producirse un encuentro entre plumillas de diferentes islas para adentrarse en la calle de La Noria.
El propio Alemán lo reconocía abiertamente sólo unos minutos después de que Adán Martín pronunciase el "muchas gracias": el discurso que va a leer hoy ya estaba redactado y apenas iba a tener que revisarlo anoche. Y Soria, quien con su habitual ceceo señaló que el análisis presidencial sobre el estado "de la región" había logrado que confundiera a Canarias con Dinamarca, así de espectaculares habían sido las cifras, también dio pistas claras de que lo escrito, escrito estaba.
Ante tal panorama buena parte del interés se centraba en la tribuna de invitados, donde, cómo no, a los pocos minutos de comenzar el discurso hacía acto de aparición todo un clásico en el arte de escuchar al presidente para luego despellejarlo ante las grabadoras: Román Rodríguez, quien ha estado presente, aunque en diferente emplazamiento, en los últimos ocho discursos sobre el estado del Archipiélago. Visto lo visto, el día de ayer lo debe tener subrayado en su agenda con la misma intensidad que la conmemoración del aniversario de boda.
El veterano nacionalista Victoriano Ríos; el diputado nacional del PP Pablo Matos; la también nacionalista Ana Oramas, que oteaba el "pelopincho" de su rival en las próximas municipales laguneras, el mismísimo Juan Carlos Alemán; y el líder del CCN, Ignacio González, acompañaban en la tribunal al último jefe que ha conocido el inquilino de Vistabella.
Pero nadie ignoraba que la jornada de ayer servía de mera antesala al verdadero debate, el que mantendrá hoy el presidente del Gobierno con los líderes del PP y del PSC, y en el que Adán Martín, por vez primera en su larga carrera política, deberá enfrentarse a la dura soledad que padece quien no se siente del todo querido.