jueves, 30 de julio de 2009

UN INFORME DE RISA


Perdonen ustedes que me entre la risa floja al leer las conclusiones del informe del Consejo General de Enfermería sobre la muerte de Rayan, el bebé al que una inexperta e imprudente enfermera suministró un preparado lácteo por vía intravenosa. Reza dicho informe (ahora aguántese usted la carcajada, si es que puede) que la joven nunca debió asumir la responsabilidad de atender a recién nacidos porque su capacitación profesional se limita a pacientes de cuidados generales. O lo que es lo mismo: la muchacha tenía que haber obviado la orden de su jefa y mandarla a freír espárragos si hubiese sido menester, que un desempleado más casi ni se nota en estos tiempos que corren.
Pero los mandamases del Consejo General de Enfermería, empeñados en alegrarnos el día con un humor cuya sofisticación nos recuerda la del maestro Arévalo, apuntan al mismo tiempo que la enfermera supervisora jamás debió enviar a la joven a la unidad de neonatos. O dicho de otra forma: tenía que haberse plantado en el despacho del director del hospital para conminarlo a contratar más personal so pena de cortarse las venas, que en un centro hospitalario de tales dimensiones un par de suturas más, un par menos, ni dan trabajo ni se tienen en cuenta.
Y guarden fuerzas, que viene lo mejor y corren el riesgo de que se les desencaje la mandíbula: el informe reprocha al gerente del centro que haya permitido la presencia de enfermeras inexpertas en el área de bebés. Vamos, que el buen señor tenía que haber visitado al consejero de Sanidad y además de darle los buenos días, tardes o noches, según correspondiese, haberle puesto sobre la mesa un listado de necesarias contrataciones ante las que no cabía un no por respuesta.
Y perdone que acabe, pero es que además de terminarse la columna, tanta risa se vuelve insoportablemente triste.

Santiago Díaz Bravo
La Opinión

1 comentario:

  1. Es increíble, al final siempre cae todo sobre el más débil, y como estamos tan acostumbrados a que abusen de nosotros y nos pisen, pues que asuma ella toda la responsabilidad y aquí no ha pasado nada. No se ha tomado ninguna medida para evitar que ocurran estas cosas. Siguen viniendo enfermeras sin formación a las unidades de cuidados críticos, y más en época de vacaciones. Les da exactamente igual, y que se nos ocurra protestar. Médico Especialista en Anestesia y Reanimación.

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